martes, 24 de junio de 2008

EVALUACION A LA DIRECTORA SSI

ENCUESTA PUBLICA:


EVALUACION DE LOS PRIMEROS 6 MESES DE

GESTION DE LA DIRECTORA DEL

SERVICIO DE SALUD IQUIQUE


En el mes de mayo de este año se cumplieron los primeros seis meses desde que asumiera sus funciones la actual Directora del Servicio de Salud Iquique, la Ingeniero Maritza Lopez Valencia.

La profesional, de 32 años, asumió el cargo luego de haber sido seleccionada en un concurso público que estuvo a cargo del Servicio Civil.

Se trata de la primera mujer no médico que asume un cargo de alta dirección pública en un Servicio de Salud. El nombramiento, trajo a colación la exigencia legal de dedicación exclusiva al cargo, lo que desincentivó a muchos médicos a participar en el concurso.

La gestión de Marirtza López no ha estado exenta de polémicas y ha sido una de las más accidentadas de las que se tenga recuerdo hasta ahora.

A menos de tres meses de asumida en el cargo, ya tenía un conflicto en el Hospital de Iquique, cuando el medio día del 15 de febrero de este año un grupo de funcionarios se tomó la Dirección del principal centro asistencial de la región, en protesta por el despido del entonces Director (S) del Hospital Base de Iquique, el también ingeniero Manuel Fernandez, quien sirvió por casi 15 años en la institución. El paro duró más de una semana. Ya en esa época fue cuestionada por su falta de liderazgo, su pésima política comunicacional y el mal manejo del conflicto.

No alcanzaron a pasar tres meses, cuando el día 9 de mayo nuevamente estalló un otro conflicto en el Hospital Base de Iquique: esta vez fueron los funcionarios médicos, quienes prácticamente paralizaron todas las atenciones de ese hospital por 23 días, período en que la comunidad quedó expuesta a serios problemas y riesgos en las atenciones de salud. Durante el desarrollo del conflicto se vivieron momentos de alta tensión por pacientes en estado grave que debieron ser trasladados de urgencia hasta la ciudad de Antofagasta y, también, porque un centenar de médicos presentaron sendas renuncias a sus cargos en una Notaria de Iquique, ya que el conflicto se extendía sin avizorarse solución alguna.

Nuevamente fue criticada públicamente por actores de todos los sectores: esta vez se le acusa de falta de manejo político, de no tener capacidad para anticiparse a los conflictos y menos de resolverlos, pues de hecho fue necesaria la intervención del Ministerio de Salud para poner término al conflicto con el colegio médico, ya que la Directora fue incapaz de solucionarlo por sí sola; de no saber priorizar los problemas de la institución, de no tener perfil para el cargo, de ser débil e incapaz de formar un equipo de asesores sólido y afiatado; de carecer de liderazgo, etcétera.

En el área de las comunicaciones, en los pasillos de la intendencia se le critica por su soberbia y por la pésima política comunicacional que ha implementado. En este sentido, el Intendente Regional se ha quejado públicamente porque la Directora del Servicio de Salud lo mantiene constantemente desinformado. Esto último, a raíz de la falta de médicos neurocirujanos en el hospital, lo que era ignorado por quien se supone es la gestora de la red de salud asistencial de la región. De hecho, aun está latente el conflicto con los médicos del Hospital de Iquique, que al parecer no se cerró con el acuerdo ratificado en el Ministerio de salud.

En fin, han sido estos los principales hitos que han marcado los primeros seis meses de Maritza Lopez Valencia a cargo de la Dirección del Servicio de Salud Iquique, una institución que atraviesa por una profunda crisis, que en estos seis meses parece haberse agudizado aun más.

Como ya es tradición, FENATS IQUIQUE da inicio a la encuesta pública que evalúa los 6 primeros meses de la gestión de esta nueva Directora.

Esta vez la Pregunta es:

¿Cómo evalúa Ud. los primeros 6 meses de gestión de la Directora Maritza Lopez?

Alternativa 1: Muy bueno.
Alternativa 2: Regular.
Alternativa 3: Pésimo.
Alternativa 4. No me interesa.

La encuesta es pública, sólo se admite un voto por computadora y dura seis días.

Expresa tu opinión con responsabilidad.-

lunes, 23 de junio de 2008

REFLEXION POLITICO GREMIAL:

PARO MEDICO DEL HOSPITAL DE IQUIQUE

Es importante para los trabajadores de la salud reflexionar sobre los hechos que motivaron la movilización de los funcionarios médicos del Hospital de Iquique y el apoyo de un par de gremios que, aunque minoritarios, se supone representan a un sector de los trabajadores a quienes embarcaron en una movilización totalmente ajena a ellos, en la que no tenían absolutamente ningún interés y que al final no obtuvieron nada. Agréguese a lo anterior, el cariz político que se imprimió a la movilización, cuando estos dirigentes que se declaran “de izquierda” se comprometen en una alianza poco santa con una diputada de derecha.

La idea de esta reflexión, entonces, es obtener algunas conclusiones que puedan ser incorporadas al movimiento gremial de los trabajadores de la salud de Iquique, sacando alguna enseñanza que pueda ser útil a la causa de todos los funcionarios y no de los intereses mezquinos de algunos dirigentes.

Lo más llamativo de esta movilización es el cruzamiento de grupos de clase muy distinta, lo que se observa en el compromiso de un grupo de dirigentes que representan a simples trabajadores de la salud (a quienes en otras ocasiones de les ha llamado “el perraje”) para apoyar a grupos que ostentan una posición clasista elevada y que tradicionalmente nunca se han mezclado con los funcionarios de la salud.

Es importante reparar en este punto, ya que aquí radica una de las razones de por qué las luchas sindicales en nuestro país no han alcanzado la fuerza necesaria para lograr todos los cambios sustantivos que nuestra sociedad necesita en forma urgente, ya que al ponerse al servicio de la burguesía que ostenta el poder económico, terminan siendo parte de alianzas meramente instrumentales que al final sólo benefician a las clases burguesas que son cercanas al poder económico, pues sólo las mueve el lucro.

El lucro, que es un elemento lícito (pero no legítimo) en nuestro perverso sistema, es utilizado por estos grupos de manera disfrazada como un factor distribuidor de recursos y de solución de los problemas y de satisfacción de las necesidades de las clases más desposeídas, lo que en realidad es una falacia mediante la cual los grupos acomodados (que en número son minoría) siguen sacando provecho y ganancia a costa de los grupos más modestos (que son mayoría), por lo que al final no cumplen con los planes y objetivos sociales que en algún momento declararon tener, pero que en realidad siempre supieron que no cumplirían.

Para centrar el análisis de la movilización de los médicos del hospital de Iquique de mayo del 2008, debemos tener en consideración su génesis, que es un elemento importante a considerar, pues el objetivo principal posteriormente se encubre disfrazándolo con demandas que los gremios tradicionales y con representación nacional siempre han incluido en sus luchas. Sin embargo, el objetivo estratégico queda en evidencia en el ocaso de la movilización, mediante la renuncia efectiva (no meramente notarial) de los médicos neurocirujanos, quienes tienen una condición especial de monopolio que les permite presionar con mayor eficacia por causa de su escasa especialidad en el mundo de la medicina, situación que da para un análisis especial, por la monopólica regulación de especialistas médicos en el mercado chileno.

Es así como en un comienzo, los médicos neurocirujanos plantean una petición a la autoridad para mejorar sus ingresos, llegando al punto máximo de tensión de la relación entre las partes, cuando estos profesionales sinceran sus demandas y plantean abiertamente la total “privatización” del servicio de neurocirugía del único Hospital “Público” de Iquique, extendiéndose un conflicto que hasta ese momento sólo estaba focalizado en los neurocirujanos, a todos los profesionales médicos de ese centro asistencial. Lo notable, es que en el contexto de nuestro sistema económico neoliberal (del cual la salud forma parte) tamaña pretensión es totalmente “legal”, aunque no necesariamente legítima, siendo calificada por muchos de hasta inmoral esa actitud de querer ocupar un nicho de negocio particular de la salud de Iquique, que después puede ir extendiéndose a todas las unidades de nuestro Hospital. De este modo, en el futuro no sería extraño ver a múltiples sociedades de médicos o empresas privadas negociando exámenes, prestaciones de salud y en general acciones de salud de nuestros pacientes, incluso los más modestos, ya que la Ley del año 2004 que reformó nuestra salud así lo permite. Vale decir, nuestros neurocirujanos se estarían adelantando a lo que comenzará a suceder a partir del año 2009, cuando todos los hospitales de Chile sean autogestionados “por el sólo ministerio de la ley”.

Uno de los tristes legados dejados por el ex Presidente Lagos, con la anuencia del Colegio Médico –hay que decirlo– fue precisamente la reforma al sistema de salud pública en Chile que tiende, precisamente a privatizar los hospitales públicos mediante el mecanismo de las “externalizaciones” (o compra de servicios), que será una herramienta de que dispondrán los Directores de los nuevos hospitales autogestionados para alcanzar el “equilibrio financiero” que les exige la ley y, de paso, achicar cada vez más el tamaño del Sector Salud en Chile.

Lo curioso es que a sabiendas de la política del Ministerio de Salud en esta materia, la autoridad local haya rechazado esta solicitud de privatización de los médicos neurocirujanos, ya que ello contraviene los lineamientos del gobierno. Esto último, que merece un comentario aparte, encuentra su explicación en un hecho de la realidad que ha podido constatar toda la comunidad: que la Directora del Servicio de Salud Iquique es una persona inexperta, débil, sin un equipo de asesor eficiente, es tozuda y carece totalmente de manejo político. Sólo así se explica que en tan sólo 6 meses en el cargo esa Directora haya tenido ya dos paros, uno que duro ni más ni menos que 23 días, que no supo anticipar, ni menos evitar, que no pudo manejar y que otros debieron controlar y terminar por ella. Así mismo, esas son las únicas razones de las grotescas descoordinaciones que la Directora del Servicio de Salud Iquique ha exhibo tristemente en su relación con el Intendente Regional, a quien ya es su costumbre mantenerlo desinformado, según él mismo ha declarado a la prensa. Por otra parte, se observa que es asesorada por un equipo débil e inexperto, donde su política comunicacional externa es paupérrima y las comunicaciones internas peores. Hace pocos días no había un solo neurocirujano en el Hospital de Iquique y la Directora del Servicio de Salud, que en teoría es la gestora de Red, NO LO SABIA! La explicación a su ignorancia inexcusable radicaba –según explicó– en que el Director del Hospital NO le había informado este vital hecho; éste, a su vez, o ignoraba el importante hecho o lisa y llanamente nadie se lo informó. Da igual, en todas las hipótesis se aprecia una mala gestión que hace estremecer a toda la comunidad Iquiqueña, que siente están en manos de una gestora de la red asistencial de toda la región que no tiene ni la más mínima idea de cómo coordinar esa red y hacerla funcionar. Parece que el mito es cierto: que esta es tarea de médicos, no de ingenieros.

En fin, sea como sea, la comunidad vio con muy malos ojos el que estos especialistas asumieran un rol de empresarios de la neurocirugía y pidieran $20.000.000.- de pesos mensuales para una sociedad que se conformaría especialmente al efecto. Ello llevó al Colegio Médico a transformar la movilización de los neurocirujanos, acudiendo en su ayuda, mediante la ampliación de sus demandas a puntos mucho más presentables frente a la comunidad hospitalaria, como son: más equipamiento, mejoras en infraestructura y más personal médico. Ello tuvo el efecto de incorporar a la movilización a todos los médicos del hospital de Iquique –muchos de los cuales fueron contrarios a la movilización desde el inicio hasta su término– y también a otros funcionarios, aunque en un muy reducido número, representados por un par de gremios sin mayor representatividad local, ni menos nacional.

Por su parte, los gremios más tradicionales y con representatividad nacional: FENATS, FENPRUSS y FENTES, comenzaron responsablemente un proceso de análisis de la propuesta médica. Se produjo, entonces, una verdadera catarsis reflexiva a través de asambleas sucesivas, en las que se incorporó fuertemente el sentido de “clase obrera” (ya que un funcionario no médico no está en igual situación que un médico) y de “memoria histórica”. Como respuesta al requerimiento del gremio médico, en forma independiente los funcionarios afiliados a las diferentes asociaciones de funcionarios con representatividad nacional decidieron NO apoyar el paro médico, fundamentalmente porque no se sentían representados en un conflicto ajeno a sus demandas y, lo que es más importante, les asiste una profunda desconfianza en el actuar de los funcionarios médicos, ya que históricamente éstos siempre han mantenido una distancia de los funcionarios no médicos y jamás se han involucrado en las demandas gremiales de los trabajadores de la salud, pues de hecho nunca han apoyado una movilización, ni siquiera las de nivel nacional que han implicado beneficios para todos, existiendo el triste antecedente del apoyo que el Colegio Médico dio a la ley que reformó la salud en Chile el año 2004, luego de llegar a acuerdo don el gobierno, bajándose del paro de manera intempestiva y dando carta blanca al ejecutivo para aprobar esa ley que sabemos provocará mucho dolor a los trabajadores cuando se aplique con todo su rigor.

Es importante también consignar que la movilización del mes de mayo de 2008 fue enteramente de los médicos, no de los funcionarios no médicos, y que el par de gremios minoritarios que la apoyaron (instrumentalmente) no tuvieron ninguna participación en las fases de negociación y suscripción de los acuerdos que se firmaron en Iquique y que luego fueron ratificados en la ciudad de Santiago. En ello vemos una actuación del Colegio Médico inspirada en una visión enteramente clasista, lo que refleja su accionar respecto de los funcionarios no médicos. De hecho, las demandas y los beneficios obtenidos fueron en provecho de su sector, tal cual quedó reflejado en los acuerdos. Estos gremios minoritarios fueron, entonces, el “vagón de cola” y si éstos tenían la esperanza de ser considerados en algo, aunque sea para la “foto”, se equivocaron rotundamente, pues no repararon en que jamás un estamento eminentemente clasista les permitirá participar con ellos como un igual. Esto ha ocurrido cada vez que los trabajadores no toman conciencia de la clase a la que pertenecen. Los trabajadores deben ser concientes de ello y unirse en su lucha para superar la desmedrada condición económica, social y cultural en que se encuentran, pues en caso contrario terminarán siendo utilizados para fines ajenos a los intereses de su clase.

Es preciso tener presente que lo que se dice no es una crítica en contra de los funcionarios médicos, pues ellos actuaron de manera consecuente a los intereses de quienes forman parte de su clase en una sociedad de mercado o neoliberal. En este sentido, en ningún momento engañaron a nadie (salvo a los gremios minoritarios que los apoyaron), ya que siempre se comportaron de acuerdo al patrón de conducta de los de su clase, pues quien asume una posición ventajosa en una sociedad clasista en realidad nunca la abandona. Ello explica por qué cuando se termina el paro, estos gremios no son tomados en cuenta para nada, con el peligro que envuelve para los funcionarios no médicos el hecho de que el acuerdo no contempló para nada una cláusula de protección para ellos.

Es por esta razón que una vez terminada esta bacanal igualitaria que estos gremios se dieron en el contexto de una sociedad neoliberal y clasista, deberán despertar y evaluar lo que realmente obtuvieron: nada.


He ahí las razones y consecuencias de esta cuestionada pseudoalianza.

En lo práctico, muchos se han hecho las preguntas más obvias: ¿qué obtuvieron estos gremios minoritarios para los funcionarios del hospital?; ¿Se logró consolidar algún beneficio para que podamos atender mejor a nuestros usuarios?; ¿se consolidó alguna alianza estratégica e ideológica para futuras movilizaciones? En realidad existen muchas interrogantes y los gremios con tradición y representatividad nacional, que tenemos décadas de lucha en un sistema neoliberal y clasista que no hace más que hundir y oprimir a la clase de los trabajadores, sabemos que sólo la unidad de los trabajadores es lo que nos hará más fuertes para luchar por nuestras justas demandas y evitar las divisiones y las desviaciones ideológicas gremiales que no hacen más que debilitar a la clase obrera y a sus organizaciones.

Esta reflexión está orientada a nuestros funcionarios auxiliares, administrativos, técnicos paramédicos y profesionales no médicos. No es intención nuestra hacer un análisis del personal médico, aun cuando sabemos que sus objetivos estratégicos se cumplieron a cabalidad y estos no estaban en el acuerdo. En este sentido, debe tenerse presente que los puntos del acuerdo no son lo importante, sino que lo que realmente es gravitante es la condición de fuerza y posicionamiento que el gremio médico adquirió para futuras negociaciones, pues el día de mañana, cuando se plantee un convenio de externalización o compra de servicios similar a la de los neurocirujanos, este jamás será rechazado por autoridad alguna, pues tendrá el triste antecedente de esta movilización que la Directora de Servicio fue incapaz de manejar y que fue apoyada indirectamente por un grupo de funcionarios no médicos. Este, y no otro, es el principal logro y fortaleza del gremio médico y, a la vez, la inestabilidad y debilidad para los funcionarios no médicos, pues las concesiones de la autoridad hacia los médicos, no hacen más que recargar las labores de los no médicos.

Tenemos la esperanza de que esta movilización haga reflexionar a los asociados de estos gremios minoritarios, para que puedan llegar a la convicción de su real posición en la lucha gremial y entiendan que la única forma de poder enfrentar con éxito sus reivindicaciones es mediante una unidad de todos los trabajadores, la que no sólo es posible, sino también necesaria y que sólo se puede dar con posibilidades de éxito al alero de gremios con representatividad nacional, ya que los dirigentes de estos gremios minoritarios difícilmente podrán asumir una conducta conciente con el gran daño que han causado al movimiento gremial de la salud, abandonando sus prebendas y mezquinas aspiraciones.


LA UNIDAD LA HACEN LOS PROPIOS TRABAJADORES;
LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES
LOS HACE FUERTES;
LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES HACE QUE SEAN ESCUCHADOS;
LA DIVISION SOLO SIRVE AL EXPLOTADOR, A SUS LACAYOS Y A SUS DIRIGENTES VENDIDOS.

LA FENATS TE LLAMA, LA FENATS TE ACOJE, LA FENATS SIEMPRE TENDRA UN ESPACIO PARA TI.

FENATS REGIONAL TARAPACA

FENATS HOSPITAL DR. ERNESTO TORRES GALDAMES

FENATS DIRECCION SERVICIO DE SALUD IQUIQUE

FENATS HOSPITAL DE ALTO HOSPICIO